Porque nunca llueve a gusto de todos. Porque es muy difícil que las dos potencias mundiales se pongan de acuerdo en tantos aspectos. Porque Europa dice blanco y Estados Unidos (EEUU) dice negro. Porque no es un tratado que abarque única y exclusivamente aspectos comerciales, como tantos otros ya firmados, como el Consejo Económico Transatlántico (CET). Porque si el primer objetivo del Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) pasa por renegociar los acuerdos de libre comercio entre Europa y EEUU, el segundo objetivo quiere armonizar las normativas para conseguir un mercado más integrado. Porque no se sabe con claridad qué está negociando, y aunque sea la forma de proceder más protocolaria, la incertidumbre asusta. Porque lo que sí conocemos es la legislación norteamericana sobre bienestar animal y su laxitud respecto al uso de hormonas de crecimiento en carne destinada al consumo humano.
Porque sabemos que el origen de todos sus alimentos tradicionales es la Vieja Europa y deberán dejar de usar sus nombres genéricos para designarlos una vez firmado el TTIP y así no entrar en confluencia con las Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas europeas. Y ésto no les gusta nada. Y están llevando a cabo férreas negociaciones para cambiarlo. Y Europa dice que no firmará ningún acuerdo en detrimento de su agricultura y que ni siquiera se cuestionaran sus principios básicos. Pero según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) uno de los principales objetivos de los lobbies de EEUU dentro del TTIP es reducir los estándares de seguridad alimentaria y bienestar animal europeo para tener un mayor acceso a los mercados agrícolas europeos. Y ésto también asusta. Y mucho. Porque aquí nos jugamos nuestros esfuerzos pasados, nuestro presente agrícola y nuestros alimentos del futuro. Porque según EEUU son los lobbies europeos los que no estan en línea con el tratado y plantean una visión proteccionista a lo que un tratado de libre comercio significa. Quizás sí. Pero, la solución pasa por perder el valor de nuestras DOP o IGP’s? La solución pasa por ceder estas designaciones de productos tradicionales al libre mercado para que se pueda vender en Espana queso de oveja llamado Roncal elaborado en Maryland? Sinceramente, esperemos que haya otras alternativas.
Porque ni siquiera los analistas saben definir con exactitud el impacto del TTIP sobre el sector lácteo, especialmente después de la supresión de las cuotas de producción en la Unión Europea (UE) y la fuerte caída de precios al productor. Porque estos efectos aparecen más impredecibles aún en un sector tan globalizado dónde compiten grandes multinacionales cómo Nestlé o Danone con cooperativas como Kaiku o pequeñas industrias lácteas.
Por todo esto, deberemos estar atentos y seguir de cerca las próximas rondas de negociación. Este 15 de Julio salió publicado el informe de la décimocuarta ronda de negociación; Informe décimocuarta ronda de negociaciones TTIP
Porque de momento y hasta tener más información, a la gente que nos gusta lo bueno, no vemos claro el TTIP. Pero confiemos. Esperemos que como reza la última parte del informe, el TTIP solo se firme si los niveles de protección hacia el ciudadano incrementan o almenos se mantienen a los mismos valores. Que el TTIP sirva para trasladar a un mercado globalizado los estrictos estándares de calidad de producción medioambiental y de seguridad alimentaria de los que gozamos en la UE.
Fuentes consultadas:
http://ec.europa.eu/trade/policy/in-focus/ttip/index_es.htm
https://dl.dropboxusercontent.com/u/3277728/Informe%20t%C3%A8cnic/417_informetecnic_2015.pdf
http://www.eldiario.es/economia/Profundo-UE-Unidos-denominaciones-TTIP_0_416808891.html